La Luna es de Talca

Entre todo el frikerío de cosas que he escuchado y visto en este agujero, lo que más me ha causado gracia a sido la historia de Jenaro Gajardo Vera, un abogado oriundo de Talca que hace 55 años es el legítimo dueño de la luna.
Así, tal cual, al tipo éste se le ocurrió una idea genial que a nadie más se le había pasado por la mente (oso para los gringos y rusos que en esos años la llevaban).

Según cuenta la leyenda, Gajardo quería formar parte del Club Social de Talca. Requisito indispensable para optar a entrar a dicho club era ser dueño de alguna propiedad. Qué mejor que taparles la boca a todos los cuicos que presentarse como el dueño del satélite en cuestión.
En todo caso, no es la única teoría que he escuchado al respecto. También se dice que, en caso de habitar la luna, él quería seleccionar a la gente que ahí viviera con pinzas, para formar una sociedad sin los cochinos vicios modernos como el típico chaqueteo chilensis (envidia, soberbia, odiosidades varias, etc).


En fin, cualquiera que sido su motivación, el caballero éste partió al conservador de Bienes Raices de Talca el año 1953 y, después de desembolsar $42.000 de esa época (harta plata si lo pensamos bien), se hizo acreedor del título de dominio.
Y como si fuera poco, Nixon (si, el presidente condoriento de EE.UU.) tuvo que pedirle autorización para el alunizaje del año 1969, cosa rara cuando se toma en cuenta que en 1967 un tratado internacional auspiciado por la ONU deja claro en uno de sus que "el espacio extraatmosférico, incluidos la Luna y los otros cuerpos celestes, no puede ser objeto de una apropiación nacional mediante la proclamación de soberanía, ni por vía de utilización o de ocupación ni por ningún otro medio". Es este caso, la Luna no pertenecería a nadie... o mejor dicho pertenecía a todo el mundo...
Y bueno, como sea, Este tipo de ideas tenían que salir de un cerebrito talquino... si no, no tendría gracia...